Una de nuestras ultimas aventuras de nuestro erasmus, el viaje a Oslo-Tromso. Como el viaje fue intenso y extenso en cuanto a acontecimientos, me voy a centrar en Tromso, en concreto en una de sus actividades. Supongo que mis compañeros escribirán algo de las demás, o eso espero :D.
Una vez instalados en Tromso (pedazo de apartamento super equipad
Sin duda alguna, la experiencia de las motos fue la mejor elección, me atrevería a decir que la mejor del erasmus (de momento).
A las 18:30 nos embarcamos en una furgoneta Marian, Ignacio, Manu, dos Australianos y yo. Tras una hora y media de viaje adentrándonos en la montaña con una carretera llena de nieve y hielo, por fin llegamos a la estación base.
Al llegar, un hombre gigante, nos da unos monos, pasamontañas, guantes, calcetines, suéter de lana, botas y un casco. Nos lo ponemos todo y os puedo asegurar que los -15º se convirtieron en calor (si yo lo digo imaginaros los demás....)
Todos equipados ya, salimos y el guia nos explica como funcionan las motos(gas en la derecha, freno en la izquierda y el peso del cuerpo para girar), vamos dos en cada moto menos los australianos que pagaron mas para ir uno en cada moto.
Manu y yo en una, Ignacio y Marian en otra.
Salimos ya, Manu y Ignacio empiezan conduciendo, vamos todos en fila india siguiendo al guia. atravesamos bosque, badenes y empezamos a pillarle el truco a las motos.
Primera parada para que se enfrie el motor. Entramos en una caseta literal mente perdida en el bosque, sin luz, ni agua. El guia enciende unas velas y nos sentamos dentro a contar algunas historias.Volvemos al ataque, ahora conduzco yo. Tras adentrarnos aun mas en el bosque, y alguna que otra caida.. (os dejo el vídeo para que lo veáis),
llegamos a un abierto enorme sin arboles y paramos las motos. El guia nos dice que este es el mejor sito para ver las auroras ya que esta totalmente oscuro y muy cerca del circulo polar ártico. No tuvimos mucha suerte porque estaba nublado y nevando, así que nos propone que hagamos un poco el loco con las motos en la super explanada en la que estábamos. Pegamos unas vueltas cada uno solo y luego manu y yo decidimos hacer otra vuelta juntos....
Omar: Dale gas a a saco!!
Manu: Buaaa!
Omar: ieeee cuidadoo!!
Pim, pam pum... Moto en vertical, momento de tensión.
Omar: Manuuu!! quita me la moto de encima!!! tengo la pierna debajo!
Manu: Joder no puedo!!, pesa mucho!!
Omar: Joder quitala como sea!! Buaaa!
Tirados en el centro de de la explanada, totalmente oscuro, y nadie nos veía. Al final haciendo fuerza con mi única pierna disponible y los "brazos" de Manu, conseguimos apartar la moto y volver a la normalidad.
Seguimos con la ruta, vamos a una tienda en la que nos espera la cena. Una crema de patata con pescado, pan típico de la zona y café. Todo acompañado de un fuego en el centro de la tienda, de lo mas autentico.
Se acabo la experiencia, ponemos rumbo a la base, nos cambiamos la ropa y llega lo peor... la "credit card" tira humo, pero ha valido la pena.
A la furgoneta y para casa, al día siguiente intentaremos ver las auroras otra vez, pero esta experiencia nunca se me olvidará.
Gracias a mis camaradas por su paciencia y compañía.